El piano no es un instrumento nuevo en la historia del flamenco, ya que en sus inicios de los cafés cantantes era habitual el acompañamiento del cante con el piano. Pero si es verdad que en el posterior desarrollo, la guitarra se convirtió en el instrumento único en el flamenco, y es el vehículo en el que nos ha llegado el contenido musical y la raíz del flamenco. El piano, después de Arturo Pavón, que es de las primeras referencias de su vuelta al ámbito flamenco, pasó unos años sin tener una presencia en el flamenco, ya que la guitarra había llegado por sus características, a un nivel técnico, sobre todo en la rítmica, muy difícil para asumir por los pianistas, ya que los que tocaban bien el piano procedían de la música clásica, donde la destreza rítmica y la soltura con el instrumento no era una exigencia tan grande como en las músicas populares.
Es a partir de Paco de Lucia, cuando los pianistas, sobre todo procedentes de una formación jazzística, empezamos a incorporar el piano en el flamenco, al principio con una función de acompañar a la guitarra, intentando enriquecer lo que ya había, que era mucho, la guitarra ha llegado a un nivel de virtuosismo altísimo, y era la única fuente disponible de información de esta música, por lo que es normal que todo pianista de flamenco pase una gran temporada imitando a la guitarra, para después de haber asimilado las claves de esta música, cada uno lo vaya “pianificando” en función de su bagaje musical con su instrumento.